Yo protesté un poco, quería salir y ver todo, pero en el viaje, había aprendido disciplina y obediencia, así que me resigné a quedarme, me hubiera gustado salir para luego contar a mis hijos y nietos que había sido el primer mosquito astronauta para que ellos se sintieran orgullosos. Jhan empezó a contar mientras se preparaban nuestros compañeros para la salida, pero al revés ¡que manía¡ sabía contar perfectamente. Diez, nueve.....cero. Jhan corió la palanca, se abrió la puerta, salieron los dos y se cerró automáticamente tras ellos, se abrió la otra puerta, salieron y se cerró del mismo modo. Me entraron ganas de llorar ¿y si no los volvíamos a ver? teníamos orden de despegar pasada media hora con o sin ellos. Mi corazón parecía que iba a explotar. Si no volvían ¿quien se lo diría a sus familias? Entonces recordé mi tragedia, y recé para que volvieran a la nave sanos y salvos. Por el monitor de a bordo, los veíamos y oíamos sus voces, hablaban de mares, montañas... y para eso habíamos ido, en la tierra hay muchas de esas cosas. Recogieron unos piedras y algo de tierra, lo guardaron con mucho cuidado y regresaron a la nave. Tan emocionado estaba, que no me di cuenta de que Jhan bajaba la palanca y me dió tal golpe en la cabeza, que me quedó atontado. Cuando abrí los ojos, el lugar me era conocido y la voz de mi madre que me zarandeaba también. No podía ser , pero era, mi madre me gritó muy enojada.- Puffy ¿dónde demonios te has metido? ¡Que tarde nos has dado buscándote por todas partes. Eres un torbellino. Nos has tenido muy preocupados. Llegó después mi padre muy enojado tras ella. Me abracé llorando de alegría a mi madre. No había muerto mi familia, no habian muerto. Todo había sido un sueño. Pensé contarselo, pero por temor a las chanzas de mis hermanos, callé. Luego durante mi vida, he pensado muchas veces ¿por qué no dormí un poquito mas? ¿por que no pude saber lo que habían traido de aquel planeta? ¿que habría sido de mis compañedros? ¡que rabia¡ De todas formas, recibí una gran lección, que debía ser cauto y obediente para no disgustar a mis padres... son tan buenos.
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