martes, 7 de enero de 2014

PUFFY ASTRONAUTA (III)

Un tanto reconfortado mi estómago y con la protección que el caso me brindaba, comencé a pasar revista a mis dominios. Volví a posarme en la nariz, y otro manotazo del que me libró el casco. Puso cara de mal humor, y sin que yo viera la gracia, comenzó a reir extrepisamete y a gritar:-Muchachos, tenemos un polizón a bordo (ese debía ser yo) Mosquito a bordo.-¡Que buen humor¡ -dijeron los compañeros-. Es un buen chiste. Yo, me revolví muy enojado, un mosquito, no es ni un polizón ni un chiste. Luego me dijo- No se te ocurra morirte sin que te vean mis compañeros, no me quedes en mal lugar. Vas a ser nuestra mascota, te voy a poner un nombre.-Puffy, me llamo Puffy, me lo puso mi madre por que al volar hago un ruidito con las alas que hace puf-puf-puffy.-¿Oís muchachos? Además de  polizón, es descarado y habla. Dice que se llama Puffy. No entendía nada pero me fastidiaba que me llamase, polizón, hablador y descarado. Sin embargo, me atreví a preguntar. -¿Dónde vais? ¿Que es Marte? ¿Tardaremos mucho en llegar? ¿Vais a quedaros para siempre? -Bueno chico, para, para... -Mi madre que era muy sabia, nunca me habló de ese pueblo. -Marte, no es un pueblo, es un planeta lejano de la Tierra. Vamos en viaje de reconocimiento, y cuando preguntes, hazlo con calma, pareces una ametralladora. -Tengo que preguntarte otra cosa ¿por qué os pusieron a los tres astronautas? Los mosquitos nos llamamos cada uno de una forma y así acudimos si nos llaman. Mi compañero, volvió a reir. Yo no veía la gracia, sin embargo me gustaba que estuviera de buen humor, si íbamos a pasar algún tiempo juntos -¡Cómo te lo explicaría yo¡ Lo de astronautas, es nuestro oficio, pero tenemos nombre y apellido (¿Que sería apellido?) -Yo me llamo Jhan, el de mas allá, se llama Jhin y el otro Jhon y es el jefe de la expedición. Pasamos mucho tiempo entre ordenadores con muchas luces de colores. Me hicieron un caso con un trocito de un  tubo de pastillas de las que tomaban, y un trajecito con un trozo de guante, quedaron solo al aire las alitas para que pudiera volar. Un buen día me dijeron: -Estamos llegando llegando a Marte, que Jhan y yo nos quedaríamos en la nave, ya que no sabemos si podremos sobrevivir, y si esto ocurriese, tenéis que volver a tierra.

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