lunes, 30 de septiembre de 2013

SIGO CON COSAS DE MI NIETO

Al cumplir mi nieto un año, le regaló el abuelo un osito de peluche azul, al niño le gustó tanto que yo pienso que le adopto como hijo, a todas partes lo llevaba, con el dormía, en fin aunque estuviera jugando con otros juguetes, el osito siempre al lado. Le pusimos Toribio. Pues un día la prima, quedó en casa el cochecito con la muñeca. Teníamos que ir a la compra, y a él se le ocurrió quitar la muñeca y poner a Toribio en el cochecito. Iba él tan ufano cuando nos encontramos con una amiga que le dijo: Alejandrín eso es cosa de niñas. El, no dijo nada pero le sento muy mal, pero como a poco se repitió la escena con otra amiga, muy digno y enojado la contestó: No es cosa de niñas, mi padre me lleva a mi en el coche y no es ninguna niña. Todas estas anécdotas que os cuento ocurrienron en la temporada que estuvo con nosotros antes de nacer Cristina, que no se llevan ni los tres años. Cuando los domingos íbamos a Misa al Puerto, el unos ratos los llevaba mejor, otros se aburría y preguntaba constantemente cuando terminaba la Misa, pero lo que sabía muy bien era cuando el cura iba a dar la bendición (para el la libertad), Tal era ponerse el cura a bendecir, el coría hasta la puerta y allí nos esperaba en el atrio. Yo le dije: ¿Por que corres tanto y no puedes salir con los abuelos? Me contesto: ¡Ay abuela¡ ¿y si me agarran pa otra Misa, que?

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