miércoles, 18 de septiembre de 2013

LAS PERRUNILLAS DEL CUMPLEAÑOS DE MI PADRE

Eran los años de la guerra "incivil" (que comenzó en 1936), ya estaba bastante avanzada y carecíamos de tantas cosas... teníamos cartilla de racionamiento, este era bastante escaso, y era con ayuda de cositas compradas de estraperlo y milagros que hacían las madres para estirarlo todo, íbamos tirando. Pues iba a ser el cumpleaños de mi padre, y vivían con una prima suya dos tias mayores muy detallistas. Mi madre queriéndose lucir, mientras estábamos mi hermano Berna y yo en la escuela (aquí Candi no cuenta para la hazaña pues era muy pequeño) mi madre hizo perrunillas. ¿De dónde sacó la harina y el azúcar y los huevos? Misterio. Llegó a casa muy precavida para que no descubriéramos el secreto mi hermano yo yo, metió las perrunillas en una olla de barro, que tapó con un paño y metió en un baul, que tenía una especie de bandeja de tiras de madera que se sacaba sin ningún esfuerzo. Creo que se llamaaban azufradores, igual que los que había en las camillas, que eran como un cajoncito y allí terminaban de secar la ropa en el invierno. Pues en la bandeja del baul, tenía mi madre siempre perfectamente colocadas las ´sabanas y mantelerías. El escondite, era perfecto. Pero mi madre no pensó en nuestro olfato, y llegamos a descubrirlo cada uno por su lado. Metíamos la mano por uno de los cuadritos de la bandeja y sacábamos el dulce. Pasados dos o tres dias, mi madre fué a sacar su tesoro para ponerlo en una bandeja para obsequiar a las tias, pero la pobre, se llevó un chasco de primera. La producción había bajado considerablemente. Nos llamó a capítulo a Berna y a mi a ver si lograba saber quien había hecho el pecado, ademas del desaliño, pues las pocas perrunillas que quedaban estaban maltrechas. Ëramos los seres mas inocentes, ninguno de los dos había sido. Yo muy "listilla", se me ocurrió decir que a lo mejor habría ratones. Mi madre miró al suelo donde había unas migas, y dijo muy enfadada : Ratones ¿y esas migas, tambien las han dejado caer los ratones? Esa era la mía,( pues las migas eran de Berna) y dije: Madre mias no son, yo me he ido al balcón a comer las perrunillas, así que son de Berna. Y me quedé tan pancha. Creo que mi madre tuvo que darse la vuelta para reir mi ocurrencia.

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