El padre de María de Rozas, se llamaba, Juan Gómez de Rozas y Zorrilla, nació en la provincia de Burgos en el Valle de Soba. Descendiente de una distinguida familia, venida a menos. Fueron numerosos hermanos, y un tío que vivía en Valladolid, tenía una chancillería (vamos creo que era sacerdote, aunque no aclara mucho el libro) fué educado cristianamente y aprendió el oficio de bordador. Ya mozo y buscando nuevos horizonte, recaló en Plasencia que era entonces una de las Diócesis mas ricas de España. Aquí se hospedó en casa de dos señoras mayores que le tomaron gran afecto al ver el comportamiento del jóven. La madre de María era de Trujillo, se llamaba Beatriz de Xaén. Quedó jóven y huérfana por lo que decidió trasladarse a Plasencia a vivir con sus tías, que eran las patronas de Juan. Los jóvenes se gustaron desde el primer momento, por lo que las tias les aconsejaron que se casaran y así se evitaban habladurías, cosa que les pareció bien y así lo hicieron. El oficio de bordador de Ornamentos Sagrados de una Catedral, era un gran oficio, bien retribuido. Tuvieron cuatro hijos, el primero varón, que murió pronto, una niña que se llamó Beatriz como su madre, que murió muy pequeña, luego nació Juana, llamada así por su padre, y la pequeña que la pusieron María como la Virgen. El padre era un hombre muy virtuoso, bastante mas que la madre, así que enseguida se dió cuenta de las dotes de virtud con que había nacido la pequeña María. Mañana sigo.
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