lunes, 16 de diciembre de 2013

VISITANDO NACIMIENTOS

La verdad, es que no se cuando voy a dejar de ser niña. Soy bisabuela y aun no perdido (gracias a Dios) mi capacidad de entusiasmarme con todo. Ayer domingo, me fuí a visitar Nacimientos, Belenes o como queráis llamarlos. Los vi, rústicos y menudos llenos de encanto como los que hacíamos en mi casa de pequeña y luego en la otra "mi" casa, ya de madre, que junto con mis hijos, (armábamos el Belen) ¡ y que belén¡ hasta que conseguíamos ponernos de acuerdo... El portalito, era fácil. En el mejor sitio, pero los pastores, los Reyes y los danzantes, bueno eso era otra cosa. Lo pasábamos en grande, y hasta algunas veces, al no ponernos de acuerdo, nos enfadábamos y dejábamos abandonadas las figuritas hasta mañana. Pero vi dos digno de mención, el que hace la cofradía del Niño Cubanito, en Santo Domingo, que es enorme, creo que tiene mas de 60 metros cuadrados, hay que verle con detenimiento, pues tiene pequeños detalles que no te debes dejar pasar. Me hizo mucha gracia ver en una de las casitas en una jaula, un perdigón (bueno aquí lo llamamos así)  aunque el verdadero nombre es una perdiz de reclamo, vamos para atraer con su canto las perdices y cazarlas, dos gatos golosos miran para arriba, yo creo que con no muy buenas ideas, vamos que se la pretenden merendar, pero está muy alto para poder darse el festín. Hay un pequeño buho en un arbolito, cerca del lago donde pescan dos barquitos, medio escondido un caimán. Luego hay un templo Egipcio, enorme con grandes columnas y entre columna y columna los dioses. Dos altísimos obeliscos, y un pueblecito con los egipcios y sus vestidos tradicionales, que será la representación del tiempo en que vivió allí la Sagrada familia, antes  claro está la huida a Egipto. Y otra vez me quedé sin papel, y aun no he acabado, mañana os sigo metiendo  "el rollo", si os interesa

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