OS ESTOY HABLANDO de hace mas de setenta años. Eran los años del las cartillas de racionamiento, que ahora se lo comentas a los jóvenes y casi lo toman a chufla, pero los que pasamos por ellos, damos fe de que fueron muy duros, Pues bien, las vísperas de aquella Semana Santa, nos dieron por la ración, "bacalao", lo entrecomillo, por que menos bacalao parecía todo, era eso si, un pescado seco y salado, mas negro que mi pelo entonces. Era malo hasta decir basta, pero mi madre que era una artista en la cocina y sabía hacer milagros y convertía lo malo en cosa rica, y eso adrezado con una ración de hambre que es el mejor condimento, pues consiguió que hasta estuviera bueno el bacalao escabechado. Os cuento esto por que una de las saetas de Peñasco tiene que ver con este acontecimiento. Ya viene San Juan de Dios/ con el deito estirao/ estamos tos mu contentos/ que nos han dao bacalao. Otra de las saetas que recuerdo era al paso de la Santa Cena. Ya viene la cena/ con el mantel y los platos/ no sabemos que traerá/ si patatas o garbanzos. La juerga oyendo "cantar " las saetas a Peñasco, era monumental, no creo que haga falta jurarlo para que me creáis, . Sabía alguna mas, pero no me acuerdo en este momento. Otro día os contaré alguna que otra anédota de personajes semejantes. No quiero que penséis que me burlo, ¡Dios me libre¡ solo quiero dejar constancia de esos tipos, que sin motivos pasaron a la historia de nuestro pueblo, con una vena cómica-
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