miércoles, 14 de agosto de 2013

ROBO SACRILEGO EN SAN ESTEBAN

Hoy os quiero contar la historia de un robo sacrílego que se cometió en la Iglesia de San Esteba a finales del siglo XIX, Una noche entró un ladrón y se llevó entre otras cosas, los Vasos Sagrados de la Iglesia. El Copón, estaba lleno de Hostias consagradas. Por la mañana al ver lo sucedido, se armó tal revuelo en Plasencia, que era imposible deshacerse del botín, y el caco pensó que lo mejor era enterrarlo hasta que pasado un tiempo pudiera venderlo y hacer dinero. Dicho y hecho, lo enterró en una huerta del barrio de San Juan. Pasado un tiempo, el dueño de la huerta con su yunta de bueyes, se puso a arar la tierra para prepararla para la próxima sementera. Cual no sería su estupor, al ver que llegando a cierto sitio del huerto, los bueyes se arrodillaban y por más que los amenazó y azuzó, no pudo hacerlos cambiar de postura. El hombre, escarbó con las manos, vio algo reluciente, y enseguida comprendió lo que pasaba. Dejó los bueyes y corrió al Obispado y al Ayuntamiento para que se personaran por allí. Llegadas las autoridades, después de pasar bastante rato, encontraron a la yunta de bueyes tal y como la había dejado el hortelano. Desenterraron el tesoro y con gran solemnidad en una multitudinaria procesión regresaron al templo. En el sitio donde habían estado enterrados los Vasos Sagrados, se puso un mojón de piedra relatando el milagro. Yo no lo recuerdo, pero don José Sendín en un libro suyo dice que el cuando era muchacho aún seguía alli, luego el ansia constructora lo hizo desaparecer, y con ello otro testimonio de nuestra historia.

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