sábado, 17 de agosto de 2013

HISTORIA DE LA NIÑA DE LOS FRAILES DEL PUERTO

Yo, en libros lo he leido como histórico este relato, pero historia o leyenda, me parece muy hermosa y os la quiero contar. Hace siglos, cuando estaban los frailes Franciscanos al cuidado de la ermita de la Virgen del Puerto, patrona de Plasencia, una mañana al abrir la puerta del convento, encontraron un cestito muy bien preparado y con un bebé dentro. La recogieron, se unió la comunidad a ver el sexo del bebé, que por cierto llevaba muy buena ropita, y una bolsita con mas  cositas para vertir la niña. (Pues era una niña) Con la niña, iba una carta, un dinero y unas instrucciones a seguir. La niña llevaba una medallita partida al medio. La carta mas o menos decía, que hicieran la caridad de cuidarla y educarla hasta los 18 años, que entonces la madre se personaría a recojerla portando la otra mitad de la medallas. Todos los meses, un emisario llevaría la misma cantidad de dinero para que la niña no fuese gravosa a la comunidad. Los frailes la acogieron, criaron y educaron. Nunca les dió problemas pues fué una niña buena y cariñosa. Se fué haciendo mayor, y muy hermosa. Un buen día, cuando la chica tenía ya 17 años, apareció un joven jinete montado en su corcel a visitar a la Virgen, Se miraron, y se enamoraron locamente. Las visitas del joven fueron cada vez mas frecuentes, los frailes no sabían que partido tomar, pero el emisario que llevaba el sobre del dinero todos los meses, aquel mes llevaba tambien una carta pidiendo a los frailes que por favor no consistieran que se vieran los jóvenes de ninguna manera. Aunque la idea no les hizo mucha gracia, recluyeron a la chica, el joven iba un día y otro, al no poder ver a su amada, enfermó gravemente. Le dijo a su madre que si no podia ver a su amada, moriría de pena. Ante estos acontecimientos todos los planes cambiaron, faltaban pocos meses para que la joven cumpliera los 18 años, cuando una mañana se personó una dama pidiendo hablar con el padre prior. Llevaba la mitad de la medalla que tenían a buen recaudo los frailes. Le confesó al padre, que era hija suya. que cuando supo que iba a ser madre, su novio estaba en una de las numerosas batallas o escaramuzas que nunca faltaban y no pudieron casarse a tiempo. Ella se recluyó en un sitio para todos desconocido y tuvo su hija. después se casó con su novio, que sabía toda la historia. De buena familia, eso era un borrón, por lo que decidió llevársela a los frailes, pero el joven, era su hijo y por tanto eran hermanos e imposible la relación. La chica se marchó a un convento y el no recuerdo, creo que murió de pena.

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