El sargento pregunta al quinto:¿ Como te llamas?. El chico contesta: Bartolo, EL sargento le dió un bofetón y le dijo, pedazo de animal Bartolomé. El segundo era mas bien canijillo y poca cosa y con mas mieedo que vergüenza al ver venir al sargento a preguntarle: ¿Cömo te llamas?, Santiago, pero si a mi sagento no le gusta, pues me llamo Santiagomé. Y aquí doy por teminados mis recuerdos y os dejo, gracias por leerme
sábado, 27 de agosto de 2016
LOS QUINTOS, LA MILI.... Y MIS RECUERDOS (IV)
Bueno pues ya tenemos a nuestros quintos en el cuartel "debidamente" uniformados. Vamos a empezar la instrucción. Aqui en Plasencia, frete al cuartel había un gran parque multiusos. Lo mismo valía para poner el ferial con circos y carruseles a gogó, que se hacían partidos de futbol o se jugaba al chiribi los domingos de cuaresma, que por entonces quedaban suspendidos los bailes desde el miércoles de ceniza al sábado de gloria. Pues era también el sitio donde aprendían a hacer la instrucción, Se hacía en varios grupos, siempre dirigidos por un sargento que parecía el coco de los muchachos. Los panes que les daban a los soldados, se llamaban chuscos, y a los sargentos (no quiero ofender a nadie)los llamaban chusqueros, pues la mayor parte de ellos eran soldados que al licenciarse, se reenganchaban y se hacían cabos, volvían a hacerlo de nuevo y se hacían cabo primera, otro reenganche y, aquí tenemos a un flamante sargento, que se creía el rey del mundo y con un mando, muy superior al del coronel. Trataba a los chicos con autoridad y solian tenerle mas miedo al sargento que a una tormenta. Comenzaba la instrucción marcando a voz en grito el sargento: Izquierda, derecha, izquierda derecha... o un dos, un dos, y con esa cantinela debían aprender a marcar el paso y a desfilarlos chicos, luego se les ordenaba, media vuelta a la derecha o a la izquierda, de frente. en su lugar descanso.... Había siempre unos cuantos, que se aturullaban y no daban pies con bola. A esos se les ponía aparte, les llamábamos el pelotón de los torpes. A las chicas nos gustba irnos a sentar en el murete del parque a reirnos de ellos, cosa que les ponía aún mas nerviosos. y algunos no sabían cual era la derecha , ni la izquierda, cuando tenian que girar. Mas de uno se llevaba un sopapo sargenteril, que aunque era muy humillante y desagradable, el chico recibía estoicamente, sin mover un músculo de la cara, pero si hubiéramos podido entrar en su cabeza, nos habríamos dado cuenta de que se había cagao, en el sargento, en la madre que lo parió y hasta en el gato de la vecina de enfrente. La segunda parte de la instrucción, era aún mas complicada, ya con el fusil al hombro, obedecer las órdenes y cumplirlas debidamente...... Yo recuerdo a un chico, que en vez de girar a la derecha lo hizo a la torcida, tuvo la mala suerte de tocar el gorro del compañero y caerle al suelo con el fusil, El sargento, le puso firme, y le dió los dos sopapos mas grandes que yo he visto dar a nadie. Pero todo pasaba y el dia de la Jura de bandera, estaban todos a punto y salía todo a la perfección. Venían las familias a tal acontecimientos, y las paradas militares además de preciosas eran muy animadas. Los daban luego permiso para salir fuera del cuartel a comer con sus familias, y era el día mas grande y feliz para ellos, después de las amarguras del un ,dos, o izquierda ,derecha, Pues aquí acabo con mis recuerdos, yo como mujer nunca fuí a la mili, pero muchas de las anécdotas, me las contaron mis hermanos y algunos amigos. Y ahora os cuento un chiste, que por entonces era moderno y ahora está tan pasado de moda como yo.
viernes, 26 de agosto de 2016
LOS QUINTOS, LA MILI... Y MIS RECUERDOS (III)
Pues ya tenemos los futuros soldados en marcha. En las casas de los quintos, se hacían dulces caseros para invitar a las amistades, sobre todo en los pueblos. Si al chico le había tocado a Africa, la cosa no se festejaba, pero siempre se sacaba algún dulce para las visitas, si le había tocado a España, la cosa cambiaba y mucho. Era cosstumbre de cuando el chico nacía, en la primera vendimia se guardaban unas botellas del mejor vino, para este acontecimiento, Se sacaba para las mujeres unas botellitas de "gloria" (que es un licor casero muy dulce) y todo el mundo salía tan contento, pero si eran varios los parientes y conocidos que había que felicitar, al final de la jornada, las cerraduras de las casas no se estaban quietas para meter la llave, o se iba de ronda cantando las coplas pertinentes a voz en grito, calle arriba, calle abajo, hasta la madrugada, fastidiando a los que con menos suerte se tenían que cambiar de continente. Luego el día marcado tenían que incorporarse a filas. Como la mayor parte de ellos no habían salido del pueblo, tenían un "zurullo" metido en el cuerpo, que ya, ya. Unos venían tan "remuaos" con el traje dominguero, otros con el peor traje, no sea que se le fueran a quitar en el cuartel. Era cómico verlos con su maleta de madera atada con cuerdas y su candadito, y claro el miedo a lo desconocido. Lo primero era ir a regoger al almacen el traje de soldado. Se ponían en cola y las vestimenta, era a la medida, bueno a la medida que iban llegando, así que luego en las camaretas había que hacer cambalache unos con otros compañeros. A uno bajito le habían largado la talla de un altaricón y al contrario, así mas o menos podian vestir el uniforme "dignamente" tras el cambio. Yo recuerdo la primera vez que vi a mi hermano, (que era bastante presumido e iba siempre como un pincel) con el traje de soldado, creí morirme de risa. No era muy alto, y le habían dado una talla, que podían hacerse dos uniformes para Bernabé y sobraba pa culeras. El pantalón era bombacho, pero al final de la pernera tenía goma, así que se remediaba un poco poniendoselos bajo las rodillas, y para que la culera no le cayera, se los ponía bajo los sobacos, ¿Pero y la guerrera? ¡Que drama¡ La tela creo que se llamaba DRIL, era muy tiesa. Pues al colocarse el cincho, se le armaban unos frunces que parecía el tutú de una chica de ballet. En el primer permiso, mi madre y mi tia Rufina que eran modistas, deshicieron el entuerto, se lo confeccionaron a medida y cuando se marchaba parecía otro. Mi hermano ante mi risa, se enojó mucho, pero cuando se le pasó, me dijo : Si me ves en paños menores con la muda que me tocó... La camiseta, me llegaba casi a la rodilla, y el calzoncillo, a media pata, jajaja, vamos que parecía de su hermano mayor. NO tengo idea, de si seguiré mañana (creo que si), pero es que me alargo a pesar de hacerme yo solita el propósito de ser breve. Nos queda el periodo de instrucción en el Parque (ahora de la Coronación) que tambien daba lo suyo
jueves, 25 de agosto de 2016
LOS QUINTOS, LA MILI Y MIS RECUERDOS (II)
Bueno vamos a seguir con lo que en verdad quería contaros. Cuando los mozos eran llamados a filas, tenían que venir de casi toda la provincia a la Zona, que está a la salida de la Puerta Berrozana, en un antiguo palacio o caserón, donde antes estuvo la alóndiga, En la lista figuraba cada mozo con su número, siempre con la primera inicial del primer apellido. Los que empezaban por A, eran los primeros. Algunos mozos (me estoy refiriendo a los años cuarenta o cincuenta del pasado siglo) como los medios de comunicación era escasos, pues tenían que venir en burros o mulos de los de trabajar en el campo. Los mas afortunados, pasaba por su pueblo el coche de linea. Muchos de ellos nunca habían salido de su pueblo, ni habían visto el tren, ni otras tantas cosas que les llamaban la atención. Venían al tallaje y pesaje acompañados siempre de sus padres , tras este requisito, les daban aptos para toda clase de servicios, muy pocos por faltos de talla o estrechos de pecho, eran rechazados para servir a la Patria Luego se metían en una gran bolsa tantos números como quintos había en la lista. Si para Africa pedian cien, por ejemplo. Uno de los oficiales sacaba un número y a partir del mozo al que tal número correspondía, se contaban los cien. Al que le tocaba a Africa era como un drama familiar. Entonces España tenía varios protectorados y no muy saludables y bastante faltos del necesario agua, ese era el motivo, o uno de ellos, otro es que a lo mejor en los dos años y pico o tres que duraba la mili no disfrutaba de permiso alguno.
Al entrar en quinta, el muchacho , pasaba a ser un hombre, y para demostrárselo, su padre, le entregaba su tabaco picado, el librillo de papel de fumar, y ya podía fumar delante de todo el mundo. Como en todos los estamentos hay clases, pues algunos padres, entregaban al chico una cajetilla de tabaco picado, el librillo del papel de fumar y un chisquero ¿sabéis lo que es un chisquero? Un chisquero, era un tubito metálico hueco. En la parte de arriba, tenía un mínimo agujerito donde se metía una piedra, minúscula, redondita como de un milímetro o así, se bajaba una ruedecilla, se metía en el tubito una mecha color naranja de algodón, por abajo se hacía una especie de moña y por arriba, se enganchaba una bolita que hacía de tapadera. Es difícil, pero intentaré que me entendáis, La ruedita se giraba con los dedos, saltaba a la mecha una chispa, se soplaba para avivarla, se acercaba el cigarro, se daba una chupadita, y el cigarro encendido. Se tiraba para abajo de la mecha, la bolita que remataba arriba, ceraba por completo el orificio y al faltar el óxigeno a la mecha se apagaba. Los mas riquillos, presumian por que su padre le había regalado una petaca llena del preciado tabaco, el librillo de papel de fumar y UN MECHERO. Me ha pasado lo de siempre, mañana prometo acabar de daros la lata con mis recuerdos, que están tan pasados de moda como yo.
miércoles, 24 de agosto de 2016
LOS QUINTOS, LA MILI... Y MIS RECUERDOS
Bueno, no es que yo haya ido a la mili como pueden imaginarm pues cuando yo era mocita y muchos años después,( puesto que mis hijos han ido a la mili), ni las cosas ni las personas éramos lo mismo. Bueno a ver si soy capaz de no enrollarme e ir al grano directamente. Entrar en quinta un muchacho, era un acontecimiento, unas veces grato y otras ingrato, pues a lo mejor se tallaba el hijo mayor de una viuda que era el que mantenía la casa y quedaba a la familia malamente para salir adelante. Otras, el tener un quinto en casa era motivo de alegría pues se le consideraba desde el momento que era llamado a filas, un hombre.
En los pueblos el DIA DE LOS QUINTOS, era una fiesta por todo lo alto. En cada pueblo había sus costumbres, Por aquí por Extremadura, era casi obligación de las novias, bordar primorosamente unos pañuelos de seda que los chicos anudaban al cuello para correr las cintas, o los gallos, o simplemente para que al chico se le "dejase" pillar la primera borrachera con los amigos. Al dia siguiente, algunos quintos estaban tan maltrechos que debían tirarse a la basura y hacer otro quinto nuevo. Falta de costumbre, y luego llega la resaca,¡ y ay que malito estoy¡ Correr las cintas, a mi me parecñia una fiesta muy bonita. A ver si soy capaz de explicar como era. Se ponía una cuerda de lado a lado de la calle mayor o de la plaza, llena de cintas de colores, de donde pendía unas anillas o aros, que los chicos montando los caballos al galope y sin parar, debían introducir un palito, tirar y si la cincta se desataba de la cuerda, era aplaudido a rabiar, si no lo conseguía, pues a volver a pasar de nuevo, una y otra veez. Eñ éxito era mayor cuantas menos pasadas había que dar. En otros, eran gallos,( previamente sacrificados) colgados de las patas en la cuerda. Los quintos, con una especie de machete o espadin, al galope debian tener el acierto de cortarles la cabeza. (esto a mi me gustaba menos) En otros lugares había cucañas, que eran unos palos altísimos, de antemano pringados de sebo para que resbalaran. El mozo debía descalzo intentar llegar hasta lo alto del palo, de donde solía colgar un jamón u otro trofeo apetitoso. Como era muy difícil por lo resbaladizo del palo, cuando se venían abajo era objeto de risas y diversión. En cada pueblo había sus fiestas y costumbres. Luego venían a Plasencia al tallaje y sorteo. Me parece que como de costumbre me pasé, así que mañana si Dios y vosotros queréis, me tendréis dandoos la vara de nuevo
En los pueblos el DIA DE LOS QUINTOS, era una fiesta por todo lo alto. En cada pueblo había sus costumbres, Por aquí por Extremadura, era casi obligación de las novias, bordar primorosamente unos pañuelos de seda que los chicos anudaban al cuello para correr las cintas, o los gallos, o simplemente para que al chico se le "dejase" pillar la primera borrachera con los amigos. Al dia siguiente, algunos quintos estaban tan maltrechos que debían tirarse a la basura y hacer otro quinto nuevo. Falta de costumbre, y luego llega la resaca,¡ y ay que malito estoy¡ Correr las cintas, a mi me parecñia una fiesta muy bonita. A ver si soy capaz de explicar como era. Se ponía una cuerda de lado a lado de la calle mayor o de la plaza, llena de cintas de colores, de donde pendía unas anillas o aros, que los chicos montando los caballos al galope y sin parar, debían introducir un palito, tirar y si la cincta se desataba de la cuerda, era aplaudido a rabiar, si no lo conseguía, pues a volver a pasar de nuevo, una y otra veez. Eñ éxito era mayor cuantas menos pasadas había que dar. En otros, eran gallos,( previamente sacrificados) colgados de las patas en la cuerda. Los quintos, con una especie de machete o espadin, al galope debian tener el acierto de cortarles la cabeza. (esto a mi me gustaba menos) En otros lugares había cucañas, que eran unos palos altísimos, de antemano pringados de sebo para que resbalaran. El mozo debía descalzo intentar llegar hasta lo alto del palo, de donde solía colgar un jamón u otro trofeo apetitoso. Como era muy difícil por lo resbaladizo del palo, cuando se venían abajo era objeto de risas y diversión. En cada pueblo había sus fiestas y costumbres. Luego venían a Plasencia al tallaje y sorteo. Me parece que como de costumbre me pasé, así que mañana si Dios y vosotros queréis, me tendréis dandoos la vara de nuevo
martes, 16 de agosto de 2016
SUEGRAS Y NUERAS (III)
No os echéis a temblar, no voy a daros la vara.... de momento, solo quiero decir que tengo otros dos bisnietos de tres añitos, que son la monda. Guapos, listos y además NIÑOS que siempre han sido mi ilusión, lo que pasa es que la pizca de bisnieta como está recien legada y es la muñeca familiar... me ha hecho desbarrar un tanto... a lo mejor es que mi memoria va de capa caida y voy recordando los acontecimientos a plazos. Perdón por la posdata y gracias
SUEGRAS Y NUERAS (II)
Pues así vivimos casi cuarenta años sin enfadarnos ni discutir suegra y nuera. Bueno alguna discusioncilla si que hubo, por que era muy machista, y decía que yo era muy mandona con su hijo. Por las tardes, cosíamos juntas, yo me bajaba con ella y la gustaba contarme cosas de su juventud, y hasta algunas veces me preguntaba: ¿Te acuerdas cuando estábamos paseando en la plaza y como a Esperanza no la querían los padres de Enrique por que el era mas riquillo... y de pronto, sin que ninguna de las amigas nos diéramos cuenta, se habían intercambiado las cartas los dos? Yo me reía y la decía : Si yo entonces no era ni un proyecto. Risas para rato, ya que era muy alegre y muy risita, vamos como yo. Al final de sus dias el maldito alzeimer, me la fué arrebatando, primero la vista, luego el oido y luego el resto. Dejó de conocer a todos menos a mi que me llamabas mamá, y en mis brazos murió. Esta es bien resumida, mi segunda suegra. Ahora quedo yo, que a ver como me manejo para no echarme mucho incienso, diciendo lo buena suegra que soy, Pero es cierto. Yo tuve cuatro hijos varones (gracias a Dios) que bien lo pedía. Yo tuve malos partos los pechos malos, los chicos que dormian mal y lloraban bastante y ante ese dilema, siempre decía _¡ Dios mío que sea niño¡ Y así fué, ninguno de mis hijos tuvo, ni tiene el peligro de morir de parto. Pues mis peques como cada hijo de vecino con el paso de los años fueron creciendo, y mis polluelos, se hicieron gallos, y uno tras otro, fueron formando su nido. A mi no me hacía mucha gracia el que me fueran quedando camas vacías, pero como soy tan "buenina", me iba conformando con sus marchas. Ahora entro yo en el club de las suegras.... Maria Magdalena ¿a ver como lo encajas y como te portas? Hice todos los esfuerzos del mundo por mirarlas como a hijas, aquellas "intrusas" que iban vaciando mi casa... bueno es un decir pues cada vez se iba llenando de mas gente. Todas eran muy buenas chicas. Yo intenté acoplarme a su mundo, el mio estaba ya tan pasado de moda como yo y ponerme al día, y todo fué bastante bien. Una empezó a darme algún problemilla, pero yo me dije: Maria Magdalena, tu eres una mujer inteligente y amante de tus hijos, así que si algo no te gusta, te chinchas y tienes que ganarte a una nuera antes que perder un hijo. Pues mira... ¡lo conseguí¡ Trague algún que otro sapo, pero ahora, todas me quieren y puedo disponer de ellas caso de necesidad. Pues estas son las tres suegras mas conocidas y allegadas. Luego alguna amiga, no ha tenido la misma suerte y hemos llorado sus penas y desaveniencias, pero, la mayor parte de mis amigas, con algún que otro tropiezo con sus suegras....Yo debo tener cara de pañuelo, pues cada vez que una amiga tenía un contratiempo o discusión, venía a contármelo, y como la risa y las lagrimillas las tengo muy someras, mas de una vez hemos llorado juntas. Tambien me ha tocado de vez en cuando, hacer de "abogado de secano" intentando poner paz. Pues bien, gracias a Dios con sus luces y sus sombras, he llegado a conocer un nieto, tres nietas y lo mejor y mas interesante en este momento desde hace tres meses, UNA BISNIETA. No penséis que la viejina babea, no, ni mucho menos, esto no es babear, esto son las cataratas del Niágar cuando me pongo a hablar de mi Nuria.... Pero eso ya es otra historia.
lunes, 15 de agosto de 2016
SUEGRAS Y NUERAS
¿A que el título tiene tirón? Pues no creais que el contenido tiene nada de particular, quiero solamente romper el mito de que es imposible la buena convivencia entre suegras y nueras. Voy solamente a referirme a los tres casos que mas me llegan y mejor conozco. Mi madre como suegra. Mi suegra y yo como nuera y suegra. Mi madre, era (que voy a decir de ella si ha sido una de las personas mas queridas) Fue adorada por sus nueras y por su yerno. Los tres la llamaron madre desde el primer dia. Era generosa para ayudar a todos si la necesitaban, y nunca se metió en nada con respecto a nuestros matrimonios,. Discreta, si algo no la gustaba, no lo manifestaba para no discutir, aunque pasado un tiempo con mucho tacto hacía reconocer el error. Pero aquí paz y después gloria. A me me decía siempre: ¡Cuidadín cuidadin¡ Con un hijo discutes.... no pasa nada. Si has de discutir con una nuera, hazlo con discrección, o callate el pico. Piensa que la buena suegra, ha de tener el pico cerrado y el monedero (si puede) abierto. Pues este es retrato a grandes rasgos, de como fué mi madre como suegra.
Mis padres y mis suegros, Alejo y Asunción, eran amigos de muchos años, así que yo no entré en una familia desconocida (para suerte mía) era apreciada antes de hacerme novia de mi marido. Lo de nuestra relación es un poco raro, pero como no viene al caso.... a lo mejor otro dia os lo cuento La madre de mi suegra, tenía una casita en la calle Clavero. Al tratar de casarmos , mi suegro decidió subirla un piso ( pues solo tenía el bajo) para que nosotros nos fuéramos a vivir allí. Luego lo pensó mejor y en vez de vivir en casa de renta, decidió subir a la casita dos pisos mas e irse ellos a vivir también allí, Pensaréis , que vaya cacao maravillao, irnos a vivir con los suegros. No hay peligro. Nuestra casa era un tanto original. se cerraba el portal y nosotros vivíamos en el tercer y cuarto piso y mis suegros y cuñados en el primero y segundo. No teníamos cerraduras en ningún piso, y si las teníamos nunca fueron utilizadas, de forma que estámos juntos e independientes. Yo para subir a mi piso tenía forzosamente que pasar por la casa de mi suegra. De habernos llevado mal aquello habría sido el infierno en vida, Pero todo lo contrario, sirvió aquel intimismo para unirnos mas. Como siempre me enrollo, así que mañana termino mi relato.
Mis padres y mis suegros, Alejo y Asunción, eran amigos de muchos años, así que yo no entré en una familia desconocida (para suerte mía) era apreciada antes de hacerme novia de mi marido. Lo de nuestra relación es un poco raro, pero como no viene al caso.... a lo mejor otro dia os lo cuento La madre de mi suegra, tenía una casita en la calle Clavero. Al tratar de casarmos , mi suegro decidió subirla un piso ( pues solo tenía el bajo) para que nosotros nos fuéramos a vivir allí. Luego lo pensó mejor y en vez de vivir en casa de renta, decidió subir a la casita dos pisos mas e irse ellos a vivir también allí, Pensaréis , que vaya cacao maravillao, irnos a vivir con los suegros. No hay peligro. Nuestra casa era un tanto original. se cerraba el portal y nosotros vivíamos en el tercer y cuarto piso y mis suegros y cuñados en el primero y segundo. No teníamos cerraduras en ningún piso, y si las teníamos nunca fueron utilizadas, de forma que estámos juntos e independientes. Yo para subir a mi piso tenía forzosamente que pasar por la casa de mi suegra. De habernos llevado mal aquello habría sido el infierno en vida, Pero todo lo contrario, sirvió aquel intimismo para unirnos mas. Como siempre me enrollo, así que mañana termino mi relato.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)