miércoles, 16 de abril de 2014

SOR VALENTINA MIRON

Otra de nuestras ilustres paisanas que merece el reconocimiento de todos los placentinos, es sin duda Sor Valentina Mirón. Valentina nació el 3 de Novienbre de 1900. Era la menor de tres hermanos. Sus padres se llamaban Julián Mirón y María Muñoz. Su padre era maestro albañil, por lo que tenían una posición desahogada, vivieron primero en la calle Santa Ana en una casa que había construido su padre y despúes en la calle del Rey, (creo que es el número 32) junto al Colegio de San Calixto, hace poco pusieron una placa conmemorativa, ya vamos reconociendo en este Plasencia apático para  reconocer
los méritos de sus hijos, y mas de sus hijas ilustres, que es a las que yo quiero a mi modo homenajear. Estudió en el Colegio que las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul tenían en la Calle Las Escuelas, junto a lo que fué convento de los Jesuitas, despues Casa de Salud (Manicomio) y ahora está la UNED. Mi suegra que nació en 1901 la recordaba muy bien pues fueron condiscípulas. Decía que era muy guapa y buena moza, la mas alta del colegio, y una estupenda compañera. A los trece años, murió su padre, y como entonces se decía, (se llevó la llave de la despensa) de forma que tuvieron que ponerse a trabajar, su madre y los tres hermanos, ya que entonces no había prestaciones de viudedad. Pronto empezó a sentir vocación religiosa, y aunque al colegio no asistía, iba con frecuencia a visitar a las monjitas, así que a los diecinueve años, ingresa en el noviciado. Tras tomar los hábitos de las Hermanas de la Caridad, fué destinada al Hospital General de Madrid, (creo que ahora se llama Hospital de Dr Marañón) al departamento de los quirófanos, se convirtió en una gran porfesional y casi indispensable por sus aptitudes para este cargo. Allí estuvo hasta el 18 de Julio de 1936 que estalló nuestra guerra "incivil", que por los muchos e influyentes amigo que había ido haciendo, la consiguieron pasaporte para ir a Francia. Esto la libró de ser fusilada como algunas de sus hermanas. Consigue pasar a España a la zona "nacional", y estuvo en hospitales de sangre, (que así se llamaron a los hospitales que traian heridos de la guerra), en Plasencia, Talavera de la Reina y Griñón. Aquí sufrió varios bombardeos de los que salió ilesa. Regresa a Madrid tras terminar la guerra, y participa de modo activo para poner el Hospital General en marcha y volvió a sus quirófanos. Como siempre me falta sitio, mañana sigo

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