lunes, 28 de abril de 2014

62ANIVERSARIO DE LA CORONACION DE LA VIRGEN DEL PUERTO (II)

Seguimos con los preparativos para el día grande. Se hizo mucha propaganda para anunciar la Coronación por la Radio local. Don Florindo (no me acuerdo del apellido) que era el Maestro de Coro y música de la Catedral, compuso un hermoso himno, que todos aprendimos a las mil maravillas ya que en la emisora nos lo ponían cada dos por tres. El Obispado solicitó al Ministerio del Ejército que diese permiso a todos los placentinos que estaban haciendo el servicio militar, para que pudieran asistir a tan magno acontecimiento. Permisos que se concedieron a los veteranos, pero mi hermano Berna que se había incorporado a filas en el mes de Febrero, y como no habían jurado bandera, era improbable que les concediesen el permiso. Se pusieron trenes especiales desde Madrid y desde Salamanca, ya comprenderéis como estábamos de entusiasmados con tal acontecimiento, sobre todo las autoridades que tuvieron que tramitar todo. Al final mi hermano llegó de madrugada, pero como llegó merece un aparte. Partimos de que era muy guapo y por tanto muy presumido, iba siempre como un pincel, pues lo que llegó aquella noche, no tenía nada que ver con lo que había salido de casa. Pelado al rape, tenía la piel muy fina y de estar al aire libre en el campamento haciendo la instrucción, venía negro como el charol, se le había ampollado la cara y traía  dos pupas, una en cada carrillo, (vamos como hecho a posta para que no pudiéramos darle un beso) pero lo mejor era el uniforme. Ahora los chicos que van a la mili, se los entregan a su medida, pero entonces, los entregaban a medida que iban llegando, y a mi hermano que no era muy alto, le tocó uno a medida de un jugador de baloncesto. El pantalón, como era bombacho, no había mucho problema, se subía la goma hasta la rodilla, se colocaba y casi perfecto, ¿pero y la guerrera? ¡ay amigos eso era otra cosa¡ los hombros casi le llegaban al codo, y ancha, ancha. Como estaban hechas de dril (un género muy tieso) al apretarse el cinturón, aquello hacía frunces por todos sitios, vamos algo parecido al TUTU que llevan las chicas de ballet, con lo que mi hermano era... Pero como todo tiene arreglo, la tarde de la Coronaciion, entre mi madre y mi tia Rufina que eran modistas, deshicieron el desaguisado, y cuando Bernabé regresó al campamento, era bien distinto al que vimos llegar, como a el le gustaba bien  planchadito y a su medida, vamos hecho un dandy. Seguimos con la noche anterior al GRAN DIA, miu casa, parecía la posá la estrella, mi padre había invitadoa media España. Había colchones por todos los sitios en el suelo, y en los somieres mantas para que pudieramos descansar, pero como venían de toda la comarca las rondallas, ni dormir ni cuenta quien lo fundó. La Virgen se había bajado el día 26 por la tarde y pernoctó en el Asiulo de Ancianos que estaba crca del Paque de la Coronación, y de allí salió con el bellísimo manto nuevo en procesión a la mañana siguiente hasta el trono que había preparado para colocarla. Vamos que no termino hoy tampoco, disculpar

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