jueves, 17 de abril de 2014

SOR VALENTINA MIRON (II)

Ya restablecida la paz, Sor Valentina inteligente y trabajadora, fué haciéndose un gran hueco en el hospital, se dice que eran tan acertados sus consejos y opiniones, que hasta sus superiores acataban muchas veces. Entonces, cuando alguna enfermedad importante aquejaba a una persona, lo normal era desplazarse a Madrid a visitar a un médico. Si era la cosa de hospital, era imprescindible  pasar por el General, el mas prestigioso por el cuadro médico. Allí estaba Sor Valentina pendiente de todos los paisanos que pudieran llegar enfermos. Algunos que ella tenía noticia de la llegada por su familia, estaba pendiente, pero si lo ignoraba, era igual, la targeta de presentación mas efectiva, era llegar, preguntar por Sor Valentina y decir que era de Plasencia. Todo los preliminares solucionados. Dicen que a los enfermos o familiares que llegaban muy acongojados, los cojía del brazo, los daba tantos ánimos que parecían una medicina curativa cada palabra suya. Tanta y  tanta fué su dedicación para con sus paisanos que llegaron a apodarla MADRE DE PLASENCIA. Cuentan que en una ocasión, una joven iba del todo hundida. Tenían que cortarla un pecho (ahora es cosa corriente, entonces infrecuente y casi mortal) Sor Valentina, la esperaba a la puerta la cogió del brazo y la pasó a la consulta del Dr.Luis Ginea, (el llamado médico de los toreros) no era fácil acceder a él directamente sin hacerlo antes por sus ayudantes, pero con esta monja era todo así de fácil. No había camas disponibles, pero eso no fué obstáculo tampoco, sor Valentina dijo: Si no hay cama en ninguna habitación, se pone una en el pasillo o se cuelga del techo, pero para esta paisana mía, si hay cama, Plasencia y los placentinos altamente agradecidos, quisieron hacer un homenaje a su meemoria, se solicitó el nombre de una calle que la perpetura. Ella se negó rotundamente., no quería homenaje ninguno, ella pensaba que era su obligación como Hermana de la Caridad que era, estar al servicio de sus prógimos, Murió el 26 de Abril de 1956. El entierro en la capital, fué una verdadera manifestación de duelo por el mucho trabajo y cariño que había dado a todo el mundo mientras vivió. El funeral de Plasencia en su memoria, multitudinario. Hubo muchas lágrimas por la pérdida de la que los placentinos habían apodado MADRE DE PLASENCIA. Varios años después, siendo don Juan Francisco Serrano Pino alcalde de Plasencia, se propuso en un pleno del Ayuntamiento el ponerle una calle a su nombre, la propuesta fué aceptada por unanimidad. Se le puso nombre a una gran avenida que va desde la puerta Berozana hasta los Arcos de San Antón. Entonces no tenía esta vía mucha importancia, pero con los años se ha convertido en una arteria de la ciudad muy importante. Tiene familiares (sobrinos) que podrían contaros mejor y muchas mas cosas que yo, pero desde aquí, quiero ir agradeciendo a esas mujeres tan agueridas,caritativas o inteligentes, o todas las cosas a un tiempo que nacieron en mi querida Plasencia, mi pequeño homenaje
. Y aquí termino mi relato de esta gran mujer. Aun me queda alguna mas, y seguro me atreveré otro dia a mencionarla, gracias por seguirme

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