Cuentan que Ines recogió en una de sus idas y venidas, a un niño abandonado por los arucanos. Le tuvo como a ese hijo que no tenía, educó y cuidó con mimo, lo que no sabía era que había sido todo una maniobra para tener dentro de las murallas de los españoles a un pequeño espía. Un buen día dijo el chico que volvían a atacar los araucanos. Salió la tropa, quedaron en el poblado solamente un puñadito de hombres y las mujeres y niños. Cuando menos esperaban se les vinieron encima pensando que al faltar los soldados sería muy fácil entrar a saco y liberar a sus caciques. No contaron con el arresto de nuestra heroina que había quedado como gobernadora. Puso en pie de guerra a todo el que podía luchar, pero por el gran número de atacantes parecía que la victoria estaba de su lado. En un arresto de valor, mandó cortar las cabezas de los prisioneros para frenar el ataque. Nadie se atrevía a hacer tal cosa, entonces Ines de Suarez, cogió una espada y cortó la cabeza al mas importante de sus cautivos, y se la tiró a los que atacaban desde fuera. Ella con el arrebato no fué nunca consciente de si cortó solamente una cabeza o las siete, la cosa es que al tirárselas a los indios, tuvo la suerte de que la primera quedase en posición de frente, de forma que parecía mirarlos. Eso era señal de la peor de las suertes y cuando vieron el resto de las cabezas, huyeron despavoridos y dejaron la paz en el poblado. Este gesto de valor fué muy alabado por todos los de dentro y los que vinieron después del engaño para que salieran y dejasen "desamparados" a todos los residentes. No contaron con la decisión de la gobernadora. Cuando la paz fué imponiéndose, se trató de hacer venir a la mujer e hijos de Valdivia, por lo que aquelloss amores eran imposibles. Les costó gran sacrificio a los dos y don Pedro de Valdivia como gobernador que era, hubo de casar a doña Inés con su mejor Capitán, don Rodrigo de Quiroga. Desde entonces doña Inés se retiró del ejercito, fue varias veces gobernadora de Santiago de Chile y se dedicó a remediar las necesidades que encontraba a su alrededor y una vida tranquila y sosegada. La que había guerreado como un hombre, como un valiente soldado, se conviertió en el remedio de todos cuantos neceitaban ayuda. Fué conocida como la ADELANTADA DE LAS INDIAS OCCIDENTALES, al ser la primera europea que pisó tiuerras americanas, luego cuentan muchas cosas de ella, no se si serán leyendas, (seguro que si) pero a mi una me parece bonita y os la cuento en el trocito que me queda. Un día que Inés estaba escogiendo arroz, encontró un grano de trigo. Pensó en el pan tan rico de su pueblo, y lo metió en una maceta. El grano, se convirtió en espiga. Ella recogió los granitos con mimo y los sembró en un arreate de su jardín. Salieron varias espigas, que ella sembró en su huerto y de esta sencilla manera, llegó a conocerse el trigo en América. Os dejo, siempre agradeciendo la atención que me prestais
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