Nos habían dado vacaciones en la Universidad de Mayores. Yo, toda ilusionada. me regalé un crucero. Habíamos estado comiendo todos los compañeros, tomamos después unas copitas, nos pusimos mas contentos---- lo pasamos estupendamente y nos despedimos hasta el próximo curso.
Tenía que tomar el autobús seguidamente, que me llevaría hasta Algeciras, donde nos esperaba un gran trasatlántico para recorrer toda la costa africana, con excursiones por tierras de moros, al menos algnas capitales que a mi, me hacía muchísima ilusión conocer- Era la primera vez en mi vida, que yo me organizaba una excursión, y estaba muy emocionada. Con estos pensamientos, me monté en el autobús, pensando ir anotando todos los acontecimientos deel viaje. Llegamos a Algeciras, imponía ver aquel castillo flotante, precioso e impresionante. Serían unos días inolvidables ( y vaya si lo fueron).
En el primer puerto que atracamos, al bajar del barco tuvimos que pasar una aduana (allí empezaron mis males). Fuimos cacheados y sobeteados por los aduaneros, uno por uno, luego nos llevaron (al menos a mi) imagino que para todos sería igual. a un cuartito individual. Me colocaron entre las piernas un gran espejo que tenía que sujetar con las rodillas, no se que buscaban entre las piernas, armas, drogas, o vaya usted a saber lo que buscaban. Yo, me había comprado para le viaje una preciosa ropa interior.
Aquel día llevaba un conjunto de encaje negro, con unas braguitas muy sugerentes. Como una tiene su tripita y lleva el sexo bajo palio, eran tan pequeñas las braguitas que apenas me tapaban el triangulillo. El primer guardia, estuvo un rato mirando, llamó a otro compañeroa y lo mismo, al llamar al tercero, me dí cuenta que los muy guarros, lo que estaban era encándilándose a mi costa (Tengo 86 años) Creo que se necesitan ganas de "poleo" para encandilarse conmigo. Abrí las piernas, el espejo cayó al suelo haciéndose mil pedazos. Y aquí si que empezaron mis males. Me detuvieron, me metieron en un cuartucho, que no se si es que nunca lo limpiaron o lo hicieron así de guarro. Como me quitaron el reloj y cuantos adornos llevaba puestos, no se el tiempo que estuve alli hasta que me llevaron a declarar (no se lo que tendría que declarar). Me quedaron sola unos minutos mientras mi guardián pedía permiso para entrar en lo que sería un despacho, Yo salí corriendo con intención de llegar al barco, pero se armó la marimorena. Como siempre, se me acaba el "papel" así que os dejo hasta mañana, gracias
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