VAMOS A SEGUIR
Hoy me encuentro ya mas animada, y aunque no tengo muchas ganas, vamos a seguir. Junto al Altar de las Reliquias, esta la única ventana que conserva la vidriera, está restaurada hace pocos años, había otra detras del Nazareno, pero muy maltrecha y al final la quitaron, las demás o se cayeron o se dañaron cuando el terremoto de Lisboa  y hubo que quitarlas, y la de siempre, por no haber dinero no se pudieron reponer y se pusieron cristales que yo llamo lunas de escaparate, y que de haberse conservado las policronadas vidrieras, la Catedral sería aun mas linda. A la derecha de este Altar, esta el arco que da entrada a la parte delantera de la Catedral, es muy hermosos y está adornado con flores doradas sobre fondo azul, que realza aún mas su belleza. La columna sobre la que está apoyado, es una de las que sostienen el edificio. Es tan hermosa... no se cuantas personas con los brazos abiertos serían suficientes para rodearla. Tiene todo alrededor muchos Santos en bellas urnas de piedra, todos tienen debajo sus correspondientes nombre. Yo siempre me fijo en tres de ellos, quizás por que conozco algo de su historia. San Esteban protomartir, que lleva entre los pliegues de su túnica, las piedras con las que fué lapidado. San Lorenzo con su parrilla. Pero la mas impresionante, es la de San Dionisio, este santo, tiene la cabeza en sus manos, y dan como escalofríos verle. Por lo visto estaba en pie, defendiendo su fe, cuando un esbirro vino por detrás, le cercenó la cabeza y le cayó en las manos. Luego la columna sube hasta el techo, abriéndose elegantemente en forma de palmera.