martes, 4 de abril de 2017

DE COMO EN UNAS HORAS, SE PUEDE CAMBIAR LA DICHA EN DOLOR

Venía yo ayer 3 de abril de 2017 (pongo la fecha para que no se olvide) de contemplarr admirada la exposición de un extremeño universal, feliz y con mis retinas llenas de un hermoso color rojo, pues es una sinfonía en rojo, ese rojo que cada pintor se fabrica para si mismo y que solo el puede lograr. El señor JIMENEZ CARRERO, es un artista nacido en la provincia de Cáceres, a unos kilómetros de mi Plasencia natal, GRANADILLA. Ahora es un pueblo museo, digno de visitarse. Lo rodea una muralla y tiene su castillo baluarte con el escudo de la casa de Alba y que sus habitantes hubieron de dejar al hacer el pantano Gabriel y Galaán y quedar anegadas sus tierra, y con peligro de inundar su pueblo, que gracias a Dios respetaron las aguas, para disfrute de los visitantes. Tuvo en su tiempo una gran comarca que se sigue apellidando de Granadilla aunque dejó de ser comarca al dejar de ser un pueblo sin habitantes. Me pienso que me estoy enrrollando y no  era mi intención. Bueno a lo mío. La exposición es tan enorme, que mas bien parece una pinacoteca, con mas de un centenar de obras de grandes dimensiones
¡Cuantos museos tienen menos obras de arte que las que este pintor expone en Plasencia.¡ Como antes digo es una sinfonía en rojo, que es el color que las llena y donde parece imposible que se incorporen figuras (digo incorporen) por que no se otra denominación. Las personas que cobran vida en los cuadros son totalmente rojas, no siendo los cuerpos. Los trajes de las señoras, en el mismo tono, pero tan reales que parece que van a salir a saludarnos cuando las contemplamos. Sus caras, sus manos, sus niños desnuditos y algún que otro cuerpo femenino, parecen reales. En cada uno de ellos puedes sentir una emoción diferente. Hay uno que tiene sobre las piernas una madre bellísima, vestida de rojo ¿como no? con su niño desnudito que te entran ganas de achucharle, con una expresión de felicidad, echando los bracitos a unas manos paternas, que asoman por en lado y titula el cuadro ¿TE VIENES?, Otro aparece como por encanto con su mantón y su belleza SARA BARAS la gran bailaora, que puedes ver sin cambiar de rojo, los bordado y los flecos de su mantón en bello movimiento. Una señora con mantilla, roja, claro, donde se maravilla una de ver las ondas de blonda. Pero a mi lo que me alucina (bueno es toda la obra) es ver los papeles que cobran vida con sus desgarrones, que parece que es imposible lograr tal realidad, otras hojas de papel arrancadas de un bloz con el detalle de los circulitos que quedan al separalos de su espiral, sobres, en los que los sellos están perfectamente detallados, y rasgados con los dedos, de forma que la abertura está imperfecta. Un zapatito con un coche de aquellos que echaban los Reyes a mis hermanos, que eran de lata puntados y con una llavecita para darlos cuerda y ponerse en movimiento, con los hombres pintados en un hipotético cristal y al conductor, por supuesto. Hay uno que hasta se abría la puerta y dentro se ve el conductor. Una moto, con su copiloto, su matrícula y vestidos para la ocasión, tambien de lata... Me alargué sin  pretenderlo como siempre, me faltan los bodegones, los caballos... en fin tantas cosas bellas de las que tengo llenas mis  retinas y mi mente... y Luego escuché las noticias del terrible atentado del metro de Sanpetersburgo.... Mañana sigo

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