MAGDALENA

MAGDALENA
¡Magdalena¡ ¡Magdalena¡ ¿Pecadora?
Los Evangelios son parcos
en cuanto a la acusación.
¿Qué de amor fué tu pecado?
Pues AMOR,  te redimió.
¿Por qué no te lapidaron
como la ley exigió?
Por que el pecado que hiciste,
se hace siempre entre dos.
El adúltero ¿no cuenta?
La Ley, siempre disculpó.
No había libres de culpa,
nadie la piedra tiró,
si no te condenó nadie,
pues Jesús, te perdonó,
y tu corazón amante,
del AMOR, se enamoró.
Y solo sus tres amores,
 su Madre, su amado amigo,
y tu, rota de dolor,
María, Juan, Magdalena,
plantados junto a la Cruz
vistéis morir al Señor,
y la lanza del soldado
os traspasó el corazón.
¿A quien El Resucitado
primero se presentó?
Yo creo que fué a su Madre,
y luego después a ti
para calmar tu dolor.
Y luego después, a Juan,
que presuroso corrió,
a comprobar tuss palabras,
y ver la Resurrección.
¡Ay María Magdalena
que fuistes hecha de amor¡
Si el amor fué tu pecado,
AMOR, fué tu redención.

De mi libro VERSOS AL CIELO