jueves, 6 de junio de 2019

HAY TRES JUEVES EN EL AÑO...

Hay tres jueves en el año, que relucen mas que el sol JUEVES SANTO, CORPUS CRISTI Y EL DIA DE LA ASCENSIÓN. Y solo nos queda /(de momento) el Jueves Santo. Los otros los han pasado al siguiente domingo y ahora pasan desapercibidos. Para mi los jueves tienen algo de sagrados, van unidos a mi desde que nací un jueves 20 de Junio de 1929. Un día 5 de Junio de 1938. Día de la Ascensión, tomo mi Primera Comunión, pasados unos años (como es fiesta movible) un 10 de Mayo de 1956, me casé. Tuve mi primer y tercer hijo, en jueves.  Y pienso que moriré en jueves, así que los miércoles los considero un poco "mi víspera". Bueno lo que quería contaros, (y ya me voy enrollando) son recuerdos del día de mi Primera Comunión. Como estábamos en plena guerra "incivil" (pues ninguna guerra pude ser civilizada) se celebro una Primera Comunión con todos los niños de Plasencia en la Santa Iglesia Catedral, Por motivos de seguridad se había bajado de la ermita a nuestra Patrona la Virgen del Puerto a la Catedral, Eramos una multitud de niños. Las niñas el noventa o mas por cierto, íbamos de monjitas blancas y puras. Alguna, muy escasa con otro modelito. Una de las niñas atrajo nuestras miradas. Iba vestida de Carmelita. Su abuela., estaba de demandadera (se llamaba así entonces, a la señora que les hacía los recados , ya que ellas no salían nunca a la calle) y ellas le habían confeccionado el traje. El Obispo era entonces don Feleciano Rocha Pizarro, ya muy mayor, y aquí viene una de las anécdotas del día. Le ayudaron a impartir la Comunión dos canónigos. Otra coincidencia mas en mi vida, además de los jueves.  Don Bernardo Mediavilla,. gran amigo de la familia, le tocó en mi parte, Este señor me había bautizado, me dióla Primera Comunión, me casó y bautizó a mi primer hijo Esteban. (este comentario se me ha colado)  Tras la Misa, nos invitaron a desayunar chocolate con bollos suizos en el patio de las Josefinas . Como en la guerra carecíamos de muchas cosas y había quien tenía mas hambre que los pavos de Manolo, (y hubo opción de repetir)
algún que otro niño que ya nos les entraba mas en la tripa, o por que eran descuidados, se mancharon, Uno de ellos, se puso una "charretera" de aupa, Cuando salimos todos ufanos y contentos a reunirnos con nuestros padres, la madre de uno de ellos que llevaba  la delantera bien "decorada", se hechó las manos a la cabeza, pues por lo visto le habían dejado. el traje de un primo. La madre le dió un par de "collejas" y el muchacho rompió a llorar como si le hubieran matado, causándonos una gran carcajada. Seguro que el no lo habrá olvidado en la vida, Estos son recuerdos de aquel maravlloso Jueves de la Ascensión del Señor.

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